sábado, 19 de agosto de 2017

La disortografía

La disortografía...



Olle, ben a berme porque te estraño = Faltas de ortografía.
Oie bena berme xk testraño = ignorancia, descuido, desprecio por el empleo correcto del lenguaje.
Oye, evn a verme poruqe te extraño = Error de dedo.
Oye ben a verme por qué estraño = Disortografía.
Oye, ven a verme porque te extraño. = Forma correcta.

Se pueden identificar cinco maneras de escribir relacionadas con la ortografía:


1. Escribir con faltas a la ortografía (o mejor dicho, sin ortografía) es un hecho derivado de una educación deficiente y, aunque es muy común, se manifiesta en algunas palabras “viciadas” que siempre se escriben de manera incorrecta, confundiendo la “v” por la “b”, la “s” por la “z” o por la “c”, la omisión de la “h” o de un acento, etcétera.  La falta de ortografía común puede manifestarse en menor o mayor grado, es decir, se pueden cometer errores de ortografía, tener mala ortografía o tener una pésima ortografía.
(Olle, ben a berme porque te extraño).

2. Otro caso, desafortunadamente mucho más común y de cuño reciente, es la escritura descuidada, con faltas exageradas de ortografía que se disfrazan o pretenden justificar como parte del lenguaje que se utiliza en algunas aplicaciones de la Internet y los mensajes escritos de la telefonía celular, acentuando con ello el aspecto gráfico que impacta a la vista por una incorrección tal que, frecuentemente, se vuelve incomprensible.
(Oie ben aberme xk testraño).

3. Un caso más es el del “error de dedo”, común para quienes escriben utilizando un teclado. Este error es justificable cuando se trata de mensajes instantáneos que se escriben y despachan sin revisar.
(Oye, evn a verme poruqe te extraño).

4. En el caso de la disortografía (muy parecida a la mala ortografía), los errores son aleatorios, sin que sigan patrones de palabras que siempre se escriban incorrectamente, tal y como sucede con la mala ortografía simple. En los casos de disortografía, además del error ortográfico, se suelen conjugar de manera incorrecta los verbos, confundir palabras que se pronuncian igual, pero que tienen diferente significado y escritura, cambiar o confundir las preposiciones, errar en la aplicación de las reglas de número (singular - plural) y de género (masculino - femenino), entre algunos otros vicios gramaticales y de construcción que pueden impedir la clara expresión de una idea.
Oye ben a verme por qué estraño.

5. Finalmente, se tiene a la manera correcta de escribir, atendiendo a las reglas gramaticales, dialécticas y ortográficas y, en general, al empleo correcto del lenguaje como herramienta para comunicar las ideas.
Oye, ven a verme porque te extraño.


¿Qué es la disortografía?

La disortografía es un trastorno del lenguaje que se manifiesta en la dificultad para escribir las palabras de manera ortográficamente adecuada, de manera distorsionada.

Cuando el padecimiento es grave, no solo afecta a las palabras, sino que dificulta y hasta impide expresar con claridad una idea en un escrito.

No debe confundirse con la disgrafía, que se refiere a un trastorno en el trazado manual de las palabras, ni con la dislexia, que se refiere al trazo invertido (efecto espejo) de las letras en una palabra.

Las causas de la disortografía pueden ser:
-Déficit intelectual.
-Deficiencias en la percepción espacio-temporal del sujeto.
-Deficiencias en la percepción visual o en la percepción auditiva.
-Mala articulación de los fonemas, que se traduce en la escritura.
-Bajo nivel de motivación: el sujeto no considera importante en su vida aprender las normas de ortografía.
-Causas de tipo pedagógico: el método enseñado para aprender a escribir no fue el adecuado.

Cuadro clínico:
-Déficit en el conocimiento y uso de las reglas ortográficas.
-Déficit lector.
-Déficit en el lenguaje hablado.
-Déficit en mantener representada una palabra en la memoria de trabajo mientras se busca en la memoria a largo plazo.
-Déficit para conocer y realizar correctamente la conversión fonema - grafema.
-Déficit en articular correctamente los sonidos del habla.

El diagnóstico de este trastorno en un paciente requiere de exámenes aplicados por especialistas, pues fácilmente se le confunde con la mala ortografía común. Cabe destacar que en nuestro país no existen suficientes casos documentados por la escasa atención que se pone al problema, derivado en buena parte por la laxitud con que la gente califica al problema de una escritura con errores ortográficos o mal redactada.

Es importante, por tanto, que ante el caso recurrente de escritos con faltas notorias de ortografía, los interesados y/o afectados se enfoquen a determinar las posibles causas del problema y se acuda al apoyo especializado, que puede ser desde la simple disciplina académica, hasta el tratamiento clínico del trastorno.

La mala ortografía no es un hecho de poca monta que deba ser despreciado, pues afecta la comunicación, el entendimiento, la imagen de quien la comete y enrarece su entorno, particularmente en los tiempos que vivimos en que dedicamos una gran parte del día a escribir, poco importa si de manera formal o informal.

Si tus relaciones familiares, sociales o profesionales están inmersas en un ambiente viciado por la mala ortografía… ¡cuidado!, es tan grave como vivir en un espacio contaminado y los daños que ello provoca, pueden afectar seriamente tu vida.


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